"Elegante. Delicada. El kimono, una prenda de inspiración tradicional que ha reinventado la moda femenina. "
Para mujeres con sensibilidad que viven el color como expresión, que destacan por su personalidad, que brillan sin estridencia pero sin miedo. Mujeres que saben armonizar sus movimientos con esas prendas que las acompañan y refuerzan.
El kimono, la prenda adecuada para crear esa imagen singular tan difícil de conseguir, y que ha pasado de ser una prenda de origen tradicional a un must en nuestro fondo de armario.
Pero, ¿cómo ha sido el camino? Lo recorremos en este artículo.
Lo que no sabías del origen de los kimonos
Cuando hablamos de kimono, muchas veces nos viene a la cabeza la imagen de una geisha. Pero, ¿sabías que las primeras geishas (período Edo -1600-1867-) eran hombres?
Se dedicaban a hacer chistes subidos de tono en las fiestas que se organizaban en los locales de Shimabara (un peculiar barrio de Kioto).
A esos locales, años más tarde (hacia 1800) fueron entrando las nuevas geishas (ya mujeres), que deleitaban con tonadas populares a todas las personas que allí acudían.
Por aquel entonces, las geishas no podían llevar kimonos vistosos ni horquillas en el cabello. Y es que en materia de kimonos existían leyes feudales suntuarias que marcaban cómo y quién podía llevar un kimono.
Por ejemplo, los chonin (aldeanos que no eran samuráis) no podían llevar prendas de seda acolchadas ni sus esposas vestir prendas de seda teñidas ni con bordados.
Pero lo cierto es que la forma básica del kimono es casi igual que la que tenía el prototipo chino Tang adoptado por las damas de la corte del período Nara japonés (del 710 al 794).

Al principio, las geishas, acostumbradas a llevar los kimonos, competían entre ellas por ser originales y estar a la última.
Algo que se complicó cuando la moda occidental, en la década de los veinte y principios de los treinta, empezó a introducirse en Japón.
Pero las geishas sabían de la importancia de la tradición y desde entonces se esfuerzan por mantenerla.

Kimono con calcetines blancos y zuecos de madera
“Mono” significa cosa y “ki”, de kiru, llevar, por lo que originariamente simplemente significaba prenda.
Una prenda que las geishas, especialmente las bailarinas, combinaban con tabis (calcetines) de color blanco (consideran que no hay nada de tan de mal gusto como unos tabis arrugados o sucios) o con okobo, zuecos de madera de entre doce y quince centímetros de alto.

Pero hay más curiosidades de los orígenes del kimono que nos han llamado la atención. Por ejemplo, el uso del koshimaki. Se trata de una tela muji fina de casi un metro de ancho por dos de largo, de seda o de nailon, que las geishas se colocaban alrededor de la cintura.
Y una última curiosidad: el coste del alquiler por una noche de un kimono de geisha de estilo desho era elevado (30 mil yenes -unos 90 dólares en 1975). Aunque es cierto que en el precio iba incluido el servicio de dos hombres del establecimiento que acudían a la casa para ayudar a la geisha a vestirse.
Cómo se ha ido integrando el kimono en la cultura occidental
Y es que el kimono es ARTE.
- Arte como forma de vida para las geishas que practican la música y la danza tradicional.
- Arte en la forma de caminar, de sentarse y de hablar.
- Arte que vemos:
-en museos: no todas las prendas tienen el honor de tener una exposición en el Victoria & Albert Museum de Londres https://www.vam.ac.uk/exhibitions/kimono-kyoto-to-catwalk
-en el cine: como “Kill Bill”, “Una chica danesa” o “Lost in Translation”
-en la música: como Freddie Mercury o Elton John llevando kimonos en su casa.
Y es que en occidente el kimono ha pasado de ser una prenda de lujo para llevar en casa a una prenda versátil que ponernos para una reunión, una cena o una boda.
Como las japonesas, que en una época anterior lo llevaban solo para Año Nuevo y contadas ocasiones especiales y hoy en día llevar wafuku (vestimenta japonesa) es:
- estilo.
- inversión (no pasa de moda, se acomoda a nuestra silueta, a las alteraciones de peso y lo puede heredar una hija),
- y calidad que destaca por encima de los demás.
"El hecho de que la visión trasera de una figura humana con un kimono sea un foco tan estético está relacionado con el modo en que está decorada una habitación japonesa tradicional y la manera en que una mujer se mueve en público y es observada en un acontecimiento social. Afirma Liza Dalby en su libro Gheisa. El mundo secreto de las geishas."
El kimono, la inspiración de Vida y Milagros
Y si hemos hablado del origen del kimono, justo es hacerlo de la seda.
Contar su historia daría para un artículo mucho más largo, pero sí que hay un hecho histórico que nos gustaría nombrar: la Ruta de la Seda. Quien ha visitado el Museo de la Seda de Valencia, conoce la historia de los sederos genoveses que introdujeron en la ciudad el arte de tejer velluto o terciopelo de seda.
Una ciudad en la que nació Vida y Milagros y donde nuestra diseñadora crea kimonos adaptados a la moda actual.
Porque el kimono es la inspiración de esta casa, la base sobre la que se trabaja cada estampado o cada patrón (aunque las prendas también puedan ser vestidos o blusas).
Vida y Milagros: fudangi y haregi
Una de las ventajas de contar con un kimono en tu fondo de armario es que te ofrece muchas posibilidades.
Mientras que en Japón se habla de kimonos de estilo fudangi (más informal) o haregi (más formal), en Vida y Milagros puedes encontrar:
- Los kimonos de la colección Jardín de Color, para las ocasiones más elegantes.
- Los kimonos de las colección Street Life, para acontecimientos más informales.
- Los kimonos de la colección Los más frescos, para el verano.
Diseños de autora con colores que te suben el ánimo, te hacen sentir más joven y te alegran los días.
Kimonos de seda 100% natural que te abrazan y te hacen sentir bien.
Prendas exclusivas, diseñadas y confeccionadas en Valencia, que te permiten moverte a tu aire, porque la vida está para disfrutarla como tú quieras.
